Desvió
la mirada sin buscar atención
Creía en los milagros, a pesar de
todo
Veia suficiente celeste
Suficiente para dos vidas
Tampoco
le faltaba demasiado
Ni luchaba por cosas que le
sobraban
Temblaba a menudo
Luchaba seguido
Pero siempre terminaba evadiendo la
pregunta
Llovía,
cada vez que pensaba demasiado
Susurraba lo suficiente como para
calentar las manos
Si, evadía
Si, huia y su casa eran las sombras
Pero sus ojos seguían viendo
celeste
Suficiente celeste para calmar
cualquier hambre
Suficiente para la mayor parte del
mundo
Fallar
era su fin, su meta inevitable
Pues cuanto volvia a escalar, veia
devuelta las garras
Su mirada decaida a una cima mas
fuerte
A una espalda sin alas, pistas de ángeles mortales
Y ojos llenos de astigmatismo
Fino
final, tragico y crudo
En vilo, en vano, en silencio
No diose cuenta de los que seguia
No percatose de poco para tanto
Una mano levantada al final de cada página
Y
un puño cerrado luego de cada renglón
Viviendo
con furia para no dejar pasar al miedo
Temblando
de ansiedad para entibiar el viento
Rasgaduras y quebraduras por paso y
a su paso
Pues el celeste la llamaba, a pesar
de cada fallo
Y el celeste le hablaba aunque no
quería escuchar
Y el celeste lloraba por ella cuando
solo debía escalar
Un fuerte golpe a su orgullo
Un asesinato a su ilusión
Presa como toda mujer
Cundía, por último, a la
desesperación
En mandato y espera, lo dio Todo
Todo lo que un ser humano debe poseer
Todo lo que un ser humano merece tener
Dijo lo que no debía decir
Frente a seres que no creyeron lo
que podían escuchar
Sus palabras fueron suficientes
Esta vez no había fallado
Y el acido de cada silaba bañaba
los trajes y las corbatas
La parte mas horrenda, llena de
sombras
Pero una lengua no se rinde hasta que
la cortan
Ni un discurso termina hasta que la
garganta ceda
Una mano levantada ante cada
mentira
Y un puño levantado por cada verdad